[...] Es como si un puñal se clavara tan profundo de mi como pudiese. [...]
Corazón doloroso que nunca siente conoce el sufrimiento desde su propias entrañas.
Todo el mundo aprende a quejarse de cosas sin importancia pues quejarse conlleva más atención.
Cada minuto que pasa lloro por dentro y me deshago para volverme a armar e intentar poner esa pieza que no encaja en su lugar, pero todo siempre en silencio, sin alertar a la vida que caigo al vacío, evitando hacer sospechar al observador de que me rompo, me lleno de gritos y de miedo.
Llegó a mi interior a pasos de gigante cambiando la polaridad de mi sonrisa, destruyendo a su paso cada logro de bienestar. Así es como lo presentan mis pensamientos, mi cuerpo y mi alma y cuyo nombre desgarra cada mota de polvo de vida. Bienvenido dolor.
jueves, 30 de mayo de 2013
Victim.
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