jueves, 17 de mayo de 2012

El paraíso no es nada comparado con tus caricias.

Una mañana como tantas otras mis ojos fueron despertados por la brillante luz que el sol dejaba caer sobre mi ventana, pero esta vez todo era diferente, no estaba sola, estabas tú a mi lado, dormido con aquella angelical sonrisa en el rostro que tanto me encanta... Me quede mirando tus labios y no pude contener la tentación de besarlos, de rozarlos con los míos. En ese momento abriste los ojos, esos ojos marrones tan especiales y únicos para mí y que tanto me gustan, seguidamente me abrazaste y me susurraste al oído un simple "buenos días princesa" que me dejo paralizada unos eternos segundos. Cuando pude reaccionar tus manos ya empezaban a recorrer mi espalda, un tacto que hacía que miles de sensaciones saltaran en mi interior. 
Sentía tus labios por mi cuello, por mi pecho y finalmente por mi vientre, yo repetí aquel trayecto pero esta vez yo baje hasta donde allí quise, haciendo que no solo yo disfrutara del momento. 
No eran más de las 9 y media cuando se me ocurrió la estúpida idea de preguntarte algo. 

+ Amor... tú... ¿me quieres? 
+Cielo - Suspiró. - Sinceramente me molesta la pregunta y no quiero ser cursi pero no hay cosa mejor que tú en este mundo. Te amo. Y, ¿sabes? tal vez nuestra relación no sea perfecta pero eso no significa que no seas la persona más especial del universo para mí. 

Tras una larga explicación a una pregunta que no debería haber salido de mi boca volví a sentir tus labios esta vez en la parte izquierda de mi cuello y después de un suave mordisco un escalofrío me recorrió de pies a cabeza haciendo cada vez mas íntimo el momento. 
El aire comenzaba a calentarse, tu piel se encontraba cada vez más cerca de mi hasta que un grito de éxtasis corto el silencio e hizo que volviera a sentirte dentro, muy dentro de mí y tras suaves y a la vez cariñosos movimientos nuestros cuerpos formaron, una vez más, una perfecta sinfonía de esas que jamás salen de la mente.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Hoy es el día.




Hoy toca abrazar el aire que me gustaría que compartiéramos, ese espacio entre mis brazos donde me gustaría tenerte.
Hoy toca hacer de las palabras promesas de día a día, sentir el corazón lo más fuerte posible, sentir tus latidos, tu respiración...
Hoy toca sonreír al presente, explicarle al mundo el por qué de mis sonrisas, toca levantarme para no caer, para rectificar, para querer.
Hoy toca gritarle al mundo miles de cosas que me gustaría decir, toca sentir mas allá de todo, dejarme llevar.
Hoy toca nunca más llorar.

lunes, 14 de mayo de 2012

Sensaciones infinitas.

 

Aquella noche mis labios seguían el recorrido de mis dedos por cada milímetro de tu cuerpo. Una noche mágica donde el final de cada frágil movimiento se convertía solo en el principio de otro aun mejor.
Tus caricias, tus besos, tus labios sobre mi cuello, tus manos recorriendo mi espalda, sabias que todo aquello me derretía como un helado del mejor sabor en verano, me volvía loca. Sabias que introducirte en mi y sentirte dentro, muy dentro era la mejor de las sensaciones.
Aquella noche éramos como domador y fiera solo que esta vez la fiera dominaba las sensaciones del domador.